Khatija Turkhan. La sultana ucraniana es la patrona de los cosacos. Libro 3
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Uno de los descendientes de la famosa Roksolana se convirtió en madre de una mujer ucraniana de Podillia: Nadiya, que en el harén del sultán Brahim Bozevilny se llamaba Hatidje Turkhan. Vivió en los tormentosos años de mediados del siglo XVII, llenos de rebeliones en las provincias del Imperio Otomano, disturbios de jenízaros en Constantinopla (ahora Estambul). Desafortunadamente, esta sultana es poco conocida en Ucrania. Candidata de Estudios de Arte, autora de los libros de divulgación científica "Roksolana: Mitos y realidades" (2015, 2.ª ed. 2016), "Cartas de Roksolana: amor y diplomacia" (2017), "Sultanato de mujeres: poder y amor" (2019) Oleksandra Shutko escribió una novela de tres partes sobre Hatice Turkhan basada en hechos históricos, materiales de archivo e investigaciones de científicos turcos, estadounidenses y de Europa occidental.
El tercer volumen está dedicado a los últimos veinte años de la vida de esta sultana, que defendió a los cosacos ucranianos. Hetman Petro Doroshenko no sólo recibió el protectorado de su hijo, Mehmed IV, sino que también unió fuerzas con él para la campaña a Kamianets (ahora la ciudad de Kamianets-Podilskyi) y Khotyn en 1672-1673. Su sucesor fue el hetman Yury Khmelnytskyi.
Los otomanos gobernaron Podilla hasta 1699 después de la muerte de Khatija Turhan. Los últimos años de su vida los pasó enfrentándose a su nuera, Haseki Gulnush, de quien protegió a sus hijastros Suleiman y Ahmed, primeros en la línea de herederos al trono otomano.
Valide Turhan también es conocida como una gran filántropa. Después de la construcción de la grandiosa Mezquita Nueva en Constantinopla, se ocupó del destino de los peregrinos a La Meca y Medina y construyó una mezquita en honor al hermano Yusuf en la zona donde el Bósforo desemboca en el Mar Negro.
Valide Turkhan construyó para ella la tumba más grande en la capital del Imperio Otomano, a la que existe una auténtica peregrinación entre los turcos, que respetan mucho su memoria.
El tercer volumen está dedicado a los últimos veinte años de la vida de esta sultana, que defendió a los cosacos ucranianos. Hetman Petro Doroshenko no sólo recibió el protectorado de su hijo, Mehmed IV, sino que también unió fuerzas con él para la campaña a Kamianets (ahora la ciudad de Kamianets-Podilskyi) y Khotyn en 1672-1673. Su sucesor fue el hetman Yury Khmelnytskyi.
Los otomanos gobernaron Podilla hasta 1699 después de la muerte de Khatija Turhan. Los últimos años de su vida los pasó enfrentándose a su nuera, Haseki Gulnush, de quien protegió a sus hijastros Suleiman y Ahmed, primeros en la línea de herederos al trono otomano.
Valide Turhan también es conocida como una gran filántropa. Después de la construcción de la grandiosa Mezquita Nueva en Constantinopla, se ocupó del destino de los peregrinos a La Meca y Medina y construyó una mezquita en honor al hermano Yusuf en la zona donde el Bósforo desemboca en el Mar Negro.
Valide Turkhan construyó para ella la tumba más grande en la capital del Imperio Otomano, a la que existe una auténtica peregrinación entre los turcos, que respetan mucho su memoria.
